La novela de romance “es literatura sin más”: Entrevista a María Martínez.

María Martínez es una escritora española creadora de historias como Palabras que nunca te dije, Tu y otros desastres naturales y La fragilidad de un corazón bajo la lluvia. Sus historias han sido estandarte de su lema ¡Léete la vida! con personajes que se mueven en contextos reales y profesan sentimientos profundamente humanos. 

Gracias a la Editorial Planeta pude hablar con ella en su visita a Bogotá, Colombia, promocionando su última novela Yo, tú y un quizás. En esta conversación, hablamos principalmente de la novela de romance y la relación de María con esta. Fue maravilloso escucharla y ojalá ustedes disfruten también de la entrevista. 

¡Estamos aquí con María Martínez! Estoy muy emocionada porque he leído sus libros desde hace muchos años y es muy loco tenerla al lado. Para comenzar, quiero preguntarte: ¿cómo ha cambiado esa María Martínez, escritora desde ese primer libro que publicaste hasta este momento? 

La persona escritora ha cambiado muchísimo. Porque yo defino mi carrera como aprendizaje, no he dejado de aprender desde el primer momento. Entonces es una evolución constante, pero que también siento que va a seguir para siempre. O sea, aprender va a ser mientras viva. Por fin escribo lo que me gusta, que no es que lo que escribí antes no me gustase, sino que quizá me he olvidado de las modas. Me he olvidado de las pretensiones editoriales, de lo que incluso el propio lector espera y me centro en escribir las historias que me nacen del corazón y del alma. Y creo que eso ha sido un acierto, porque también el lector lo está notando. 

¿Cómo es su relación con la escritura? ¿La utilizas como catarsis, como proyección de ti misma...? 

Sí, es un poco todo. Siempre he dicho que consigo escribir una novela de 500 páginas sin despeinarme, pero luego, a la hora de expresarme, me cuesta muchísimo. Entonces las novelas, las historias, es mi forma de poder contar cómo me siento. Hasta cierto punto, expresarme de forma oral me resulte difícil, aunque no lo parezca; tengo la sensación de que no encuentro el modo de decir lo que quiero decir. En cambio, a través de las novelas, de la palabra escrita, me resulta muy fácil. 

¿Qué piensas de la crítica que tiene el género del romance? Se ve como género menor y yo creo que tu como autora lo has sentido. 

Lo noto, lo noto junto con otras compañeras. Suele ser una conversación muy recurrente cuando nos reunimos. Está denostado: es menospreciado y no entiendo por qué. Yo he leído muchas novelas escritas por hombres con historias muy similares a las que yo puedo contar. Por qué cuando la escribe un hombre, esa historia de amor es sublime; y cuando yo la escribo, sin ninguna diferencia, es literatura para chicas, es literatura rosa. No lo voy a entender nunca. Entonces esa diferencia, además, – y lo digo sin ningún problema – me parece una ofensa. Es literatura sin más; si quitamos la etiqueta romántica es lo mismo. 

¿Por qué es importante escribir romance? Yo creo que no hay nada más bello con la historia de amor y es que todos nos hemos enamorado... 

El amor es un sentimiento universal que todos tenemos en mayor o menor medida desde que nacemos, porque ya no solo es el romance, el amor romántico, es que tenemos el amor fraternal, familiar, de amistad. El amor es un sentimiento universal, es el corazón que nos mueve realmente. ¿Por qué hacemos locuras por amor, por qué sacrificamos cosas por amor? ¿Por qué llegamos a cambiar? ¿A veces incluso nuestro modo de ser? Por amor. Es precioso el amor, escribir sobre eso debería ser algo obligatorio, incluso en los colegios: reflexionar sobre el amor. Es que lo necesitamos para vivir. 

Estamos acá promocionando tu última novela, Yo, tu y un quizás. ¿Qué nos podemos esperar de ella? 

Hay más de mí. Si te gusta lo que cuento, cómo lo cuento, si te gustan mis historias, vas a encontrar lo que buscas. Pero, sobre todo en esta historia en particular, vamos a encontrar una temática que a mí me preocupa y de la que quería hablar y son los trastornos mentales. Vivimos en un momento, en una sociedad, en la que la depresión, la ansiedad, los ataques de pánico, las fobias, todo lo que es a nivel emocional, están muy castigados. A través de otras historias me llegan lectores diciéndome “Oye, me he sentido identificado, me pasa esto, estoy atravesando un mal momento...” Y me di cuenta de la cantidad de gente joven que arrastra esto. Y yo quería crear un personaje con el que este sector pudiera sentirse identificado, que se den cuenta de que no pasa nada por sentirse así, que se puede salir, que hay que pedir ayuda, que no hay que ocultarlo; al contrario, hay que hablar, decir “no me siento bien”. Y yo quería enviar ese mensaje a través de esta historia. 

Qué bonito. Tu libro se vuelve una conversación. 

Es que es una conversación. Me lo tomé así porque al final me he dado cuenta de que mis libros son conversaciones conmigo misma. Que luego los lectores asumen como propias. 

¿Cuál fue el reto de escribir sobre estos temas? 

Que se entendiera que no frivolizaba. Me daba miedo frivolizar, que pudiera parecer que no cuidaba al personaje, que no había una documentación previa, que no me lo tomaba en serio y que lo utilizaba como un elemento más para rellenar la historia. En este caso hay como un reto personal y el reto literario, que es lo que te comentaba. El reto personal fue hablar de que yo también me he podido sentir así, de que me he sentido así. Que tengo ya una edad en la que mi experiencia, mi vida y los años que estoy en este mundo me han dado para mucho. He tenido depresión, he tenido momentos de ansiedad, he tenido mis problemas como hemos podido tenerlos todos y que a mí me ha ayudado a afrontarlo tener gente con la que contar, con la que compartir y en un momento determinado pedir que me ayude y decir que no estoy bien.  

¿Y cómo se siente abrirse de manera tan personal para contar una historia? 

Es complicado, pero he creado una comunidad de lectores muy grande, cada vez mayor. Es gente muy bonita. Entonces el poder abrirme como estoy haciendo cada vez más, de una forma más directa y más sincera, me cuesta menos, porque me siento arropada. No siento esa confianza de que puedo contarles cualquier cosa y sentir que me van a entender. 

Muchas gracias, María, por tu tiempo. Fue muy bonito escucharte. 

Gracias a ti, Sofía. 

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Ha sido muy especial hablar con una de las primeras autoras que leí y conocer un poco sobre su proceso de escritura. ¡Gracias por leer! Les dejo también la entrevista en video por si prefieren verla en ese formato. ¡Nos vemos a la próxima!