Mi propósito siempre es ser como el puente entre las personas y los libros: Alberto Villarreal.
Alberto Villarreal es escritor y promotor de lectura mexicano. Actualmente, cuenta con ocho libros publicados entre sus novelas y poemarios. Su escritura está caracterizada por ser sensible y personal, lo que ha cautivado a lectores alrededor del mundo que siguen sus recomendaciones literarias, y ahora se dejan cautivar por su escritura.
En el marco de la Feria del Libro de Bogotá 2024, tuvimos una conversación con Alberto sobre su última publicación: Todo lo que no me deja olvidarte, una novela en la que seguiremos el duelo de Edgar, a quien el recuerdo de su exnovio Jorge y la tragedia de su muerte lo atormenta.
¡Hola, Alberto! Es maravilloso poder tener esta conversación contigo. ¡Ya has publicado 5 libros! ¿Cómo te sientes de llegar al sexto?
Es una locura, jamás imaginé llegar hasta aquí. El primer libro que escribí lo escribí porque tenía el corazón roto y no planeaba publicarlo ni siquiera, solo estaba escribiendo para mí. Entonces, que ahora estamos en el sexto y además estamos acá en Colombia, me parece una locura. Además, esta es mi segunda novela, es mi sexto libro, pero mi segunda novela. No había vuelto a escribir novela desde ese primer libro, pero sentí que ya era necesario. Quería regresar además esos personajes que les tengo mucho cariño, que me han acompañado durante todos estos años y que mejor hacerlo que con Edgar, que es un personaje que quedaba mucho por explorar. Me gusta probar cosas diferentes. Entonces quería regresar a la novela, pero además acabo de entregar un ensayo, entonces quiero como ir probando géneros diferentes. Tengo la novela y luego los poemarios y luego los cuentos y ahora va a seguir el ensayo.
¿Y sobre qué es el ensayo?
Sobre el amor. Es como una exploración del amor desde mi propia experiencia, desde lo que he leído, desde lo que dicen otros autores. Y si, una exploración del amor, básicamente.
Me llama mucho la atención eso que dices que comenzaste a escribir para ti mismo. ¿Cómo fue ese paso de hacerlo para ti a decir “voy a dejar que esto lo lea todo el mundo”?
Sucedió todo muy rápido. Siempre he tenido el contacto con Planeta, entonces en uno de estos viajes que tuve con ellos, que creo que fue en Mérida, les conté que estaba escribiendo lo que fue mi primera novela y me pidieron que se los mandara y todo se dio tan rápido. Ya estaba el contrato del libro firmado y casi casi publicado. Mi propósito siempre es ser como el puente entre las personas y los libros. Entonces los libros que hago, por ejemplo este último ensayo en el que hablo mucho de otros autores, es para que las personas que lean mi libro quieran leer a estos otros autores, estos otros ensayos, otros poemarios, justo lo que hacía en Internet lo estoy haciendo con los libros. Entonces la diferencia tampoco es como tan marcada. Sigue siendo un poco lo mismo.
Mencionaste esto de que has pasado por varios géneros, en esta ocasión me quiero centrar en prosa y poesía. ¿Qué te gusta más de cada uno?
La poesía es lo que más disfruto escribir, me parece mucho más libre. La novela a veces me parece un poco más sofocante porque es como un camino más largo. Con la poesía puedo escribir un poema hoy y otro dentro de un mes, los voy guardando en mis archivos y ya cuando decido publicar un libro voy como recolectando y modificando y demás. La novela no. La novela sí es más como un trabajo. Eso sí, creo que hay una conexión muy especial con la novela por el hecho de tener personajes. La poesía la siento como muy personal, pero la novela la siento como una exploración del exterior más que de mí mismo.
¿Cómo te das cuenta de que los protagonistas de Ocho lugares que me recuerdan a ti necesitaban regresar con una segunda parte?
Cuando publiqué la primera novela me preguntaban si iba a haber una secuela y en mi cabeza no. Pero sabía que si sucedía iba a ser con este personaje de protagonista, Edgar. La novela anterior era Santiago, ahora es Edgar, y le debo un libro al otro personaje que es Samantha, entonces quizá dentro de 8 años suceda. Siempre con esta ventana de tiempo, que es mi número favorito. Sentía que había muchas cosas por explorar, que no se exploraban en Ocho lugares justo porque ese era un personaje secundario. Quería hablar de lo que sucede alrededor de él y cuando decidí regresar a la novela sabía que tenía que ser él.
¿Cuánto de autobiográfico hay en Todo lo que no me deja olvidarte?
Creo que este libro es el que menos tiene, la poesía siempre tiene un poco más. En la primera novela, lo que le sucede al personaje principal me sucede a mí, pero todo está atravesado por la ficción también, solo como el cascarón es autobiográfico. Pero yo creo que este libro es el que más se aleja de mí sobre todo porque es un personaje que ya existía y lo estaba usando como un vehículo para ese dolor que a lo mejor estaba sintiendo de la ruptura. Es más fácil hacer personajes que tienen mucho de ti, diferente a este tipo de personajes que casi que tienes que construir un poquito más alejado. Cuando estoy usando mis experiencias para el personaje, lo difícil viene de exhibirme de alguna manera, estoy sintiendo lo que vivo. Cuando se alejan de mi vienen otras dificultades, como crear tal cual lo que está viviendo el personaje, utilizar esas herramientas de imaginación y creatividad. Entonces creo que un poco se equilibran.
Mencionabas antes que sientes la novela más como un trabajo. A mí eso me encanta porque se puede decir “Ay no, la lectura y la escritura deberían ser un placer y ya” y totalmente, pero hay un punto donde no tenemos esa motivación y debe entrar el trabajo.
Igual hay lecturas que son muy desafiantes, que estás disfrutando, pero te cuesta y te pueden agotar mentalmente. Estar analizando el texto o el poema, lo que se está leyendo. Yo creo que se pueden mezclar las dos cosas. El escribir novela para mí puede ser muy agotador, pero también muy gratificante. No lo disfruto muchísimo, hay momentos en los que estoy sufriendo, pero cuando sucede que tengo un momento de inspiración y escribo varias páginas me siento increíble y todopoderoso.
¿Y cómo haces la estructura de la novela? ¿Eres estructurado o cómo va fluyendo eso?
No. No soy estructurado en nada en mi vida (risas). Normalmente tengo la idea, quiero que suceda esto y esto y esto. Casi nunca tengo lo que quiero que suceda al final, eso es lo más me cuesta siempre, pero no uso una estructura porque al final del día todo cambia. Creo que el personaje sí tiene un poco de vida propia y va así tomando sus caminos, los caminos que hacen sentido con su personalidad y con su contexto. Entonces luego me frustra tener que cambiar todo lo que ya había armado, prefiero irme libre y dejar que él vaya tomando su propio camino. También soy de escribir cosas muy breves, porque me gusta mucho la poesía y eso me ha llevado como a sintetizarlo todo. Luego veo a mis amigos que escriben y publican libros de 600 páginas y no entiendo.
Algo que a mí me gusta mucho de los libros son los epígrafes y las razones por las cuales los autores los elijen. Al inicio de Todo lo que no me deja olvidarte tienes una de El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde que dice: “Alguien se ha matado por amor tuyo. Me gustaría haber tenido alguna vez una experiencia como esa, me habría hecho enamorarme del amor para el resto de mi vida”.
Fuerte, ¿no? Creo que un poco define lo que sucede en el libro: este personaje que se suicida, pero además está atravesado por el amor y por el arrepentimiento y por muchas otras cosas. Edgar siente que esa muerte viene del amor, de esa pasión tan fuerte y cómo esa pasión tan intensa puede llevar a la muerte. Me parece súper extrema la descripción de lo que se siente estar enamorado, que un poco nada tiene que ver con el sentido y puedes hacer locuras y nos lleva al límite todo el tiempo. Creo que esa frase lo describía por completo.
Ahora tenemos un discurso distinto respecto al amor y sobre todo de la idea del amor hasta la muerte. Pero sigue siendo visceral.
Si, es que no lo podemos controlar y queremos controlarlo. Y luego creo que eso es lo nos trae frustraciones también. Queremos vivir este amor sano, sin celos, sin dolores. Pero a veces es imposible no sentir celos de vez en cuando. Obviamente hay celos de celos. Hay cosas que son muy muy tóxicas y nos pueden dañar incluso física y emocionalmente. Pero hasta cierto punto, son emociones muy normales. Y justo queremos como domar al amor y siento que es algo súper, súper difícil, y hasta cierto punto imposible. El libro de Oscar Wilde habla sobre la belleza y el amor, pero desde punto muy extremos y me encanta.
Y siento que justo que la pongas acá es esa invitación de promoción de lectura. Lean El retrato de Dorian Gray, es maravilloso.
Si, justo. Todo lo que está en mis libros siempre es porque me gustó mucho algún libro y me gustaría que lo leyeran. Espero que esa frase los atrape y los lleve a leerlo.
Ilustración: Enrique Corominas
Un tema muy importante en el libro es la ruptura, ¿cómo crees que es la mejor manera de superar una?
No lo sé, yo creo que es algo muy difícil y cada persona tiene su proceso. Y también depende de qué lado estás: la persona que deja o a la que dejan. Lo mejor que puede suceder es que las personas sean claras todo el tiempo. A veces le damos muchas vueltas a lo que sentimos, a veces no quieres a la otra persona y en vez de decirle “ya no te amo”, dices “creo que estoy en otro punto de mi vida, quiero enfocarme en el trabajo” y eso da para muchas malinterpretaciones. Yo agradezco mucho la honestidad en las rupturas y eso me ayuda a superar un corazón roto porque no deja espacio a fantasías.
Te cuento que tengo una relación hace ocho años, pero nosotros terminamos durante un año precisamente porque llegó un punto de estancamiento: ¿vamos a vivir juntos o no? ¿qué queremos en la siguiente etapa de la relación? Así que él se fue a otra ciudad, yo me quede aquí y pensamos que la ruptura era definitiva. Después de un año volvimos a hablar y nos vamos a casar en un mes.
¡Felicidades! Qué linda historia, me da esperanza (risas).
Aunque muchas personas me decían que una no debe volver con el ex. Entonces son tantas ideas frente a las relaciones que no sabes cuál es la correcta.
A mí me parece como muy madura la posición de “oye, esto no está funcionando ahorita”. Una relación puede terminar cuando sigue existiendo el amor, y poder centrar esos sentimientos, bajarlos, entender que el amor no lo puede todo, porque no lo puede todo. También hay que saber irse a tiempo y con dignidad.
¿Hasta qué punto es sano volver al pasado? ¿Crees que es necesario un cierre con esa persona para poder seguir adelante?
Si creo que necesitamos un cierre, pero ese cierre no necesariamente nos lo tiene que dar la otra persona. Lo puedes tener tú mismo; por ejemplo, este personaje y creo que eso es lo más autobiográfico, comparte conmigo la nostalgia. Siempre estamos viendo hacia atrás, estamos pensando mucho en el pasado y eso puede ser bueno y puede ser malo. Él decide afrontar el recuerdo porque ha estado huyendo toda su vida: huyó de sus ciudades, sus amigos, de todo lo que lo rodeaba para no estar pensando en su ex. Y cuando regresa debe enfrentarse a ese recuerdo: visitar a su familia, a la familia del chico que muere, revisitar algunos lugares. Entonces es ver al pasado, pero con la esperanza de reapropiarse de estos sitios, de esos sentimientos. Pero también sucedía que no podía dejar de pensar en él desde la melancolía y el “te mataste por mí, te mataste porque yo no te pude salvar”. Eso ya es lastimarse a sí mismo. Las dos son mirar hacia atrás, pero es diferente el cristal.
El propósito con el que lo hacemos.
Si, creo que los cierres son necesarios, pero también hay personas que siempre están esperando una respuesta del otro, ya sea verbal o escrita. Pero esto de que no te respondan también es una respuesta.
Y, para terminar, ¿qué sentimientos te gustaría que generara este libro en tus lectores?
Todo mundo me ha dicho que ha llorado mucho con el libro, pero yo no siento que sea un libro muy triste. Siento que es todo lo contrario: es muy esperanzador. Creo que la muerte siempre es triste, pero al mismo tiempo creo que no tiene por qué serlo. Yo esperaría que el libro sirva como acompañamiento para los momentos de duelo, recordando personas que ya no están con nosotros. Eso, que sea la compañía que podemos esperar de casi todos los libros en los viajes hacía nosotros mismos. Y si lloran, también me gusta: significa que sintieron algo con el libro.
¡Muchas gracias, Alberto!
Hola hola!!
ResponderBorrarHa tenido que ser una experienca bonita!
Maravillosa entrevista
Un besote desde el rincón de mis lecturas💕
hola
ResponderBorrarno conocía a este autor, quizás le de una oportunidad así que me lo apunto
Besotessssssssssss
Hola,
ResponderBorrarNo conocía al autor, estupenda entrada.
Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Que interesante que tuvieras la oportunidad de hacer esta entrevista.
ResponderBorrarA Alberto lo conozco por su época de booktuber, pero sus libros nunca me interesaron, nacido el prejuicio de que las historias de influencers siempre son malas, jajaja.
Me encantó la entrevista, me pareció muy maduro su pensamiento. Cuando menos, se escucha como una persona bastante amble y carismática.
Muchas gracias por el contenido.
Un beso <3
¡Hola! No conocía a este escritor, ya le echaré un vistazo a sus novelas. Ojalá te lo pasases super bien en la feria.
ResponderBorrar¡Un beso!
Hola!! conocía del autor y me gustó leer el post porque ahora lo conozco un poco más aunque nunca me he animado a leer alguno de sus libros aún.
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